sábado, 5 de febrero de 2011

HISTORIA

Historia

La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales.[1] Se denomina también historia al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.
Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, historia en el lenguaje usual es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de mentiras.[2] [3] En medicina se utiliza el concepto de historia clínica para el registro de datos sanitarios significativos de un paciente, que se remontan hasta su nacimiento o incluso a su herencia genética.
 
A su vez, llamamos historia al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de una historia natural en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a la geología y la paleontología sino también a muchas otras ciencias naturales; las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de la prehistoria y la arqueología son imprecisas, a través de la paleoantropología).
Ese uso del término historia lo hace equivalente a cambio en el tiempo.[4] En ese sentido se contrapone al concepto de filosofía, equivalente a esencia o permanencia (lo que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica -el cambio- o bien filosófica -su esencia-. De hecho, puede hacerse eso para la historia misma (véase tiempo histórico) y para el tiempo mismo (véase Historia del Tiempo de Stephen Hawking, libro de divulgación sobre cosmología).

Historia como ciencia

Dentro de la popular división entre ciencias y letras o humanidades, se tiende a clasificar a la historia entre las disciplinas humanísticas junto con otras ciencias sociales (también denominadas ciencias humanas); o incluso se le llega a considerar como un puente entre ambos campos, al incorporar la metodología de éstas a aquéllas.[5] La ambigüedad de esa división del conocimiento humano, y el cuestionamiento de su conveniencia, ha llevado al llamado debate de las dos culturas.

No todos los historiadores aceptan la identificación de la historia con una ciencia social, al considerarla una reducción en sus métodos y objetivos, comparables con los del arte si se basan en la imaginación (postura adoptada en mayor o menor medida por Hugh Trevor-Roper, John Lukacs, Donald Creighton, Gertrude Himmelfarb o Gerhard Ritter). Los partidarios de su condición científica son la mayor parte de los historiadores de la segunda mitad del siglo XX y del siglo XXI (incluyendo, de entre los muchos que han explicitado sus preocupaciones metodológicas, a Fernand Braudel, E. H. Carr, Fritz Fischer, Emmanuel Le Roy Ladurie, Hans-Ulrich Wehler, Bruce Trigger, Marc Bloch, Karl Dietrich Bracher, Peter Gay, Robert Fogel, Lucien Febvre, Lawrence Stone, E. P. Thompson, Eric Hobsbawm, Carlo Cipolla, Jaume Vicens Vives, Manuel Tuñón de Lara o Julio Caro Baroja). Buena parte de ellos, desde una perspectiva multidisciplinar (Braudel combinaba historia con geografía, Bracher con ciencia política, Fogel con economía, Gay con psicología, Trigger con arqueología), mientras los demás citados lo hacían a su vez con las anteriores y con otras, como la sociología y la antropología. Esto no quiere decir que entre ellos hayan alcanzado una posición común sobre las consecuencias metodológicas de la aspiración de la historia al rigor científico, ni mucho menos que propongan un determinismo que (al menos desde la revolución einsteniana de comienzos del siglo XX) no proponen ni las llamadas ciencias duras.[6] Por su parte, los historiadores menos proclives a considerar científica su actividad tampoco defienden un relativismo estricto que imposibilitaría de forma total el conocimiento de la historia y su transmisión; y de hecho de un modo general aceptan y se somenten a los mecanismos institucionales, académicos y de práctica científica existentes en historia y comparables a los de otras ciencias (ética de la investigación, publicación científica, revisión por pares, debate y consenso científico, etc.).
La utilización que hace la historia de otras disciplinas como instrumentos para obtener, procesar e interpretar datos del pasado permite hablar de ciencias auxiliares de la historia de metodología muy diferente, cuya subordinación o autonomía depende de los fines a los que estas mismas se apliquen.

Etimología

La palabra historia deriva del griego ἱστορία (léase historia, traducible por "investigación" o "información", conocimiento adquirido por investigación), del verbo ἱστορεῖν ("investigar"). De allí pasó al latín historia, que en castellano antiguo evolucionó a estoria (como atestigua el título de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio, 1260-1284) y se reintrodujo posteriormente en el castellano como un cultismo en su forma latina original.
La etimología remota procede del protoindoeuropeo *wid-tor- (de la raíz *weid-, "saber, ver" -construcción hipotética-)[14] presente también en la palabras latinas idea o visión, en las germánicas wit, wise o wisdom, la sánscrita veda,[15] y las eslavas videti o vedati, y en otras lenguas de la familia indoeuropea.[16]
La palabra antigua griega ἱστορία fue usada por Aristóteles en su Περί Τά Ζωα Ιστορία (léase Peri Ta Zoa Istória, latinizado Historia Animalium, traducible por "Historia de los Animales").[17] El término se derivaba de ἵστωρ (léase hístōr, traducible por "hombre sabio", "testigo" o "juez"). Se pueden encontrar usos de ἵστωρ en los himnos homéricos, Heráclito, el juramento de los efebos atenienses y en las inscripciones beocias (en un sentido legal, con un significado similar a "juez" o "testigo"). El rasgo aspirado es problemático, y no se presenta en la palabra cognata griega eídomai ("aparecer"). La forma historeîn ("inquirir"), es una derivación jónica, que se expandió primero en la Grecia clásica y más tarde en la civilización helenística.

División del tiempo histórico

No hay un acuerdo universal sobre la periodización de la historia, aunque sí un consenso académico sobre los periodos de la historia de la civilización occidental, basado en los términos acuñados inicialmente por Cristóbal Celarius (Edades Antigua, Media y Moderna), que ponía al mundo clásico grecorromano y su Renacimiento como los hechos determinantes para la división; y que actualmente es de aplicación general.[28]eurocentrismo que se hace a tal periodización no impide que sea la más utilizada, por ser la que responde precisamente al desarrollo de los procesos históricos que produjeron el mundo contemporáneo. La acusación de
En cuanto a la división del tiempo prehistórico en Edad de la Piedra y Edad de los Metales, fue propuesta en 1836 por el arqueólogo danés Christian Jürgensen Thomsen.[29]
El problema de cualquier periodización es hacerla coherente en términos sincrónicos y diacrónicos, es decir: que sea válida tanto para el transcurso del tiempo en un único lugar, como para lo que ocurre al mismo tiempo en distintos ámbitos espaciales. Cumplir ambos requisitos resulta difícil cuando los fenómenos que originan el comienzo de un periodo en un lugar (especialmente el Próximo Oriente, Asia central o China) tardan en difundirse o surgir endógenamente en otros lugares, que a su vez pueden estar más o menos próximos y conectados (como Europa Occidental o el África subsahariana), o más o menos lejanos y desconectados (como América u Oceanía). Para responder a todo ello, los modelos de periodización incluyen términos intermedios y periodos de solapamiento (yuxtaposición de características distintas) o transición (aparición paulatina de las novedades o características mixtas entre el periodo que empieza y el que termina). La didáctica de la historia se ayuda frecuentemente de diferentes tipos de representación gráfica de la sucesión de hechos y procesos en el tiempo y en el espacio.[30]
Véanse también: Tiempo histórico y Mapa histórico
Prehistoria
Edad de Piedra Edad de los Metales
P a l e o l í t i c o Mesolítico N e o l í t i c o Edad
del
Cobre
Edad
del
Bronce
Edad
del
Hierro
P  a  l  e  o  l  í  t  i  c  o     I  n  f  e  r  i  o  r P a l e o l í t i c o    M e d i o Paleolítico Superior Epi-
paleolítico
Proto-
neolítico
Historia (Occidente)
Protohistoria Edad Antigua Edad Media siglo
XV
Edad Moderna siglo
XVIII
Edad
Contemporánea
Antigüedad clásica Antigüedad tardía Alta Edad Media Baja Edad Media
Plena Edad Media Crisis siglo
XVI
siglo
XVII
siglo
XIX
siglo
XX
siglo
XXI

 Prehistoria

 


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